Hacer Navidad figura a figura
B. Hernández
Las Palmas de Gran Canaria
María y José, buscando posada para pasar la noche, se encontraron de repente en el barrio de Vegueta. Y los Reyes de Oriente, siguiendo la estrella, llegaron a Haría, donde se detuvieron a admirar los Jameos del Agua. El trabajo, la creatividad y el arte de Fernando Benítez lo hacen posible.
De profesión: belenista. «No es un hobby. Es a lo que me dedico y de lo que vive mi familia». Fernando Benítez lleva la mitad de su vida –tiene cuarenta años– haciendo espectaculares belenes abiertos al público. Cada año más elaborados, con más detalles, con más figuras, con más trabajo de investigación. Con la misma ilusión.
Desde hace veinte años, el Hiperdino de Miller Bajo, en la capital grancanaria, cuenta con uno de los nacimientos más grandes de las Islas y el primero de los que elabora Benítez. En este tiempo, los fieles visitantes han visto cómo el número de figuras móviles ha ido creciendo, cómo la niebla ha llegado a las montañas o la lluvia hace acto de presencia en el momento más inoportuno, cuando la rueda de un carro se rompe en mitad de la calle.
Son escenas que el artista ha ido incluyendo en su trabajo, a lo que se une una detallada labor de maquetación de edificios y recreación de zonas de las Islas. El barrio de Vegueta con una réplica de la catedral de Santa Ana de más de dos metros, la calle Triana con iluminación navideña en Miller Bajo; la basílica del Pino y la calle Real en Teror o la plaza de Teguise y Los Jameos en el Belén del Parlamento –es la segunda vez que monta su Belén en la Cámara– son estampas de las Islas que se pueden reconocer. Sólo en los belenes de San Telmo y el centro comercial Las Arenas mantiene el tradicional escenario de nacimiento hebreo.
A lo largo de estos años de trabajo, Benítez ha acumulado cientos de figuras compradas en escuelas tradicionales como Olot o Murcia, pero también en el extranjero. Y es que, en contra de lo que pueda parecer, el trabajo de belenista ocupa todo el año y muchas horas al día. «Veo una imagen en la calle y me quedo pensando cómo hacer la figura e integrarla en un belén», dice.
Profundo trabajo de investigación
Fernando Benítez se ocupa de todas las fases de producción de un belén, desde la mecanización de las piezas -hay belenes en los que todo el portal, incluidos los Reyes Magos, tienen movimiento- hasta los vestidos de las figuras, lo que requiere un importante trabajo de investigación.
Rigor
El artista subraya que uno de los fundamentos de su trabajo es el rigor a la hora de representar escenas tradicionales y, sobre todo, la vestimenta. Apunta que «hay gente que se documenta con los belenes para hacerse un traje típico». Una de sus aspiraciones es que todo este trabajo acabe en un museo.
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