El pesebre del Vaticano permanecerá abierto al público hasta el 2 de febrero
Ciudad del Vaticano, 11 ene (EFE).- El pesebre de roca levantado en la plaza de San Pedro del Vaticano, que alberga un misterio cuyas figuras sacan ventaja en altura y magnitud a las de un ser humano, prolongará su estancia durante todo el tiempo litúrgico de Navidad y permanecerá abierto al público hasta el 2 de febrero.
A pesar de las bajas temperaturas, la tregua concedida por la lluvia hoy permitió a decenas de turistas acercarse a contemplar el Belén que luce en la plaza de San Pedro, algunos de cuyos personajes fueron diseñados en 1842 por San Vincenzo Palloti para la iglesia romana de San Andrea del Valle.
Otros componentes del Belén de Nazaret fueron esculpidos en madera perfumada y donados por la provincia italiana de Trento.
El pesebre se extiende en el centro de la plaza frente a la basílica y recoge episodios de la vida de Jesús extraídos de los Evangelios de San Mateo, que sitúa el nacimiento de Jesús en la casa de José en Nazaret.
El nacimiento tiene tres ambientes: la sala de la natividad, la carpintería de San José y una hostería, símbolo de la vida colectiva de la época.
A la derecha, una escena pesquera pretende recordar la presencia de los apóstoles en el lago de Tiberiades, mientras que los pastores celebran a la izquierda la anunciación del nacimiento de Cristo.
Los cuatro ángeles que "velan" el pesebre han sido donados por México y realizados por el escultor Agustín Parra.
La obra se completa con los símbolos del agua, que alude al bautismo, la pureza y al nacimiento espiritual, y el fuego, relacionado con las palabras de Jesús.
Desde hace veintiocho años, los servicios técnicos del Estado del Vaticano se encargan de instalar el pesebre en la plaza, un decorado de inigualable belleza en el que este año también se erige un abeto de más de treinta metros de altura procedente de los bosques de Val Badia, en la provincia norteña de Bolzano, y decorado con cerca de 2.000 bombillas.
La tradición de instalar un belén en la plaza de San Pedro, junto al obelisco, comenzó en 1982 por deseo del papa Juan Pablo II. EFE mfe-cps/acm (vídeo)
0 comentarios